Las apuestas deportivas han tenido una larga e ilustre historia que se documentó por primera vez hace más de 2000 años con los griegos. Con la pasión de los griegos por el atletismo, introdujeron el Juegos Olímpicos al resto del mundo, así como las primeras apuestas documentadas en competiciones deportivas.
Luego vinieron los gladiadores romanos, donde finalmente se aceptaron e incluso se legalizaron las apuestas deportivas.
En la década de 1950, Las Vegas le dio a las apuestas deportivas un sentido de legitimidad para el público al hacer que sus casinos físicos autorizaran las apuestas deportivas. Sin embargo, no había otra forma más que entrar a un casino de Las Vegas para apostar.
Sin embargo, la aparición de la red mundial ha acelerado el crecimiento de las apuestas deportivas, especialmente con el auge de la industria de los teléfonos inteligentes. Este rápido desarrollo tecnológico significó que los apostadores deportivos podían realizar sus apuestas en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier dispositivo.